En el libro “Desarrolla una mente prodigiosa” (del español Ramón Campayo, quien tiene rércords en memorización a nivel mundial) es muy interesante como tenemos que trabajar con nuestro cerebro, dando buen uso a la asociación de ideas y la facilidad de recordar cosas gráficas.
UN CASILLERO MENTAL ES simplemente una construcción memorística que nos permitirá almacenar datos en nuestra memoria de forma ordenada y de una forma fácil de recordar.
Con este sistema podremos RECORDAR TODO TIPO de cifras: fechas, números de teléfono, artículos, leyes, libros divididos en capítulos y secciones más pequeñas como los códigos, para poner ejemplo, valencias y números atómicos de los elementos químicos, constantes físicas, pesos y medidas, distancias, fórmulas, y un largo etcétera.
LA CONSTRUCCIÓN DE AL MENOS UN CASILLERO MENTAL ES COMPLETAMENTE NECESARIA para cualquier estudiante. Es más. puedo afirmar sin temor a equivocarme que nunca será un eficaz estudiante aquel que no tenga ni sepa usar un buen casillero mental.

Empecemos, pues, a construir uno rápidamente. Para ello, lo primero que necesitamos es crear una ley que nos permita transformar los números en letras.
Más tarde formaremos palabras con los números, ya que estas sí se pueden visualizar, y podremos, por tanto, crear asociaciones inverosímiles entre ellas, algo que resultaría imposible de conseguir con los números, pues no podemos visualizarlos si están compuestos por más de dos dígitos (inverosímil = algo poco probable, osea una asociación ridícula, increíble, incluso graciosa, difícil de olvidar).
Así podremos memorizar todo tipo de datos numéricos, medidas, artículos, fechas, etc.
Fíjate bien que, para hacerlo del mejor modo posible, cada número tendrá correspondencia con una consonante (al menos) del abecedario, NO CON LAS VOCALES.
Les propongo la siguiente conversión (aunque cada uno de vosotros podrá cambiarla después por otra distinta):

1 t ( fácil de recordar porque la letra «t» es vertical como el «1»). En lo sucesivo, «t» y «1» deben ser lo mismo para ti.
2 n (la «n» tiene 2 patitas).
3 m (tiene 3 patitas).
4 c (la palabra «cuatro» empieza por «c»).
5 I (nos ayudará a recordarlo que la «L» equivale al «50» en los números romanos).
6 s (la letra «s» es la única consonante que aparece en la palabra «seis»).
7 f (se parecen, ¿verdad?).
8 ch («ocho» tiene en la «ch» su única consonante).
9 v (la palabra «nueve» tiene una «n», que ya se la adjudicamos al número 2, y una «v» que nos queda libre para este número).
0 r (la palabra «cero» tiene una «c». adjudicada al número 4, y una «r» libre para este número).
¡Bien!, ahora tómate unos segundos para familiarizarte con las conversiones anteriores y memorizar esas correspondencias.
El abecedario posee otras consonantes que vamos a repartir entre los números anteriores con el fin de que nuestro sistema se vuelva lo más flexible posible.
La conversión final de números en letras, que deberás memorizar perfectamente, queda ya definitivamente como sigue:
0 r
1 t, d (fácil de asociar al I, porque «te y de» es el pico número I de España, el Teide).
2 n, ñ (la «ñ» también tiene 2 patitas).
3 m.
4 c, k, q (la «k» y la «q» se parecen acústicamente a la «c»).
5 1.
6 s, z (la «z» posee cierta similitud con la «s»).
7 f.
8 ch, j, g (como la «ch» no es una letra muy frecuente, vamos a reforzarla con la «j» y con la «g»).
9 v, b, p (por similitud con la «v», añadiremos la «b» y también la «p»).
[Aunque el autor no las incluye, personalmente también agregué a mi tabla las letras:
“W” al número 3, pues w se parece gráficamente a la m,
la letra “Y” al número 5
y la “X” al número 7]
Tómate el tiempo que precises para memorizar perfectamente la conversión de la tabla anterior antes de seguir leyendo. Solo te llevará unos segundos.
Ya tenemos completado un sistema capaz de transformar números en palabras, las cuales podremos visualizar fácilmente y asociar entre sí de forma inverosímil.
(En el libro se da un ejemplo de cómo memorizar la tabla periódica de elementos)
EJEMPLO: UNA FECHA
Por ejemplo, si estamos estudiando y nos aparece una fecha, como puede ser el año 1856, esta podremos sustituirla por la palabra «tachuelas». Añadiremos a discreción las vocales que necesitemos para completar la palabra en cuestión. Comprueba cómo las consonantes de la palabra «tachuelas» forman efectivamente el número de la fecha 1856.
Solo nos quedaría ahora hacer una asociación inverosímil entre la palabra que hemos creado, «tachuelas», y el motivo de la fecha.
EJEMPLO: UN NÚMERO TELEFÓNICO
Supongamos, por ejemplo, que queremos memorizar el número de teléfono del hospital de nuestra ciudad. Dicho teléfono va a ser el número 91 55 52.
Podremos descomponerlo fácilmente en dos palabras: «botella» (9155) y «Luna» (52). Ahora haremos una asociación creativa. En este caso es conveniente hacer un enlace triple:
Imaginemos un hospital en el cual todos los enfermos de las camas están agitando botellas de champán. Los corchos salen despedidos con mucha fuerza y golpean en la Luna, produciendo multitud de cráteres.
Esta asociación inverosímil hay que verla con la mayor nitidez posible. También hay que oír el ruido que hacen los corchos al salir de las botellas, así como las explosiones que producen al estrellarse violentamente contra la Luna.
Cuando pensemos en el hospital, nos vendrá la imagen de los enfermos agitando las botellas, y acto seguido la de los corchos estrellándose contra la Luna. Entonces recordaremos fácilmente las palabras clave: «botella» y «Luna», las cuales equivalen al número de teléfono de dicho hospital, que es donde empieza la asociación o relato inverosímil (osea una asociación ridícula, increíble, incluso graciosa, difícil de olvidar) que hemos creado.
CONSTRUCCIÓN DEL CASILLERO MENTAL
Cada una de las casillas (o celdillas) que vamos a ir creando hasta que completemos nuestro casillero deberá estar representada por el nombre de un objeto, el cual tendrá que ser fácilmente visualizable.
Dicho objeto ha de escribirse respetando todas las normas que hemos establecido anteriormente para la conversión de los números en consonantes.
Así pues, para la casilla número 1 necesitaremos el nombre de un objeto (los objetos se pueden visualizar más fácilmente que el resto de las palabras) que solamente posea la consonante «t», o bien la «d», con independencia de las vocales que podamos necesitar, ya que estas se podrán ir añadiendo a discreción, según las vayamos necesitando, para poder formar cada una de las palabras que darán nombre a las casillas.
De igual modo, para construir la casilla 56, por ejemplo, necesitaremos una palabra que posea, por orden, las consonantes «1» y «s», o bien «1» y «z».
Observa que las palabras «lazo» y «losa» se adaptarían perfectamente a nuestro propósito.
Recuerda que las vocales se pondrán a discreción.
Vamos a confeccionar a continuación un casillero mental de 100 casillas.
El casillero debe ser algo MUY PERSONAL y las palabras que lo forman tienen que ser objetos BIEN DISTINTOS entre sí y con los que te sientas a gusto. Aparte de los objetos, también nos servirán las personas y los animales, pues se pueden visualizar perfectamente.
Normalmente verás diversas opciones por casilla. Deberás escoger un objeto de entre los propuestos por mí, o bien crearlo tú mismo según las leyes que hemos establecido o siguiendo aquellas que, de modo similar, tú mismo establezcas.
Ahí van ya los nombres de los objetos que formarán nuestras primeras diez casillas:
0 aro, oro.
1 Té, tea (antorcha), hada (la letra «h» es muda), etc.
2 Ñu, Noé (embarcando los animales en el Arca), huno, heno
3 Humo, moho, ama (dueña).
4 Oca, K. O. (podemos ver a unos boxeadores). No temamos flexibilizar el sistema.
5 Ola (de mar: ved un tsunami), ala, hilo.
6 Oso, asa, hueso.
7 Ufo (OVNI), feo (algo que nos sugiera la fealdad).
8 Hacha, hucha, ajo.
9 Ave (distinta de la «oca» que hemos puesto en la casilla 4), buho, vaho.
10 Toro, atar, T.I.R. (bajo estas siglas podemos visualizar un gran tráiler en ruta por la carretera).
Observa que, como la letra «h» es muda, la podremos usar a nuestro criterio, al igual que las vocales.
Es aconsejable que tengas también la casilla 0: aro (que además es redondo como el cero, y por tanto fácil de recordar). Fíjate que la palabra «aro» posee exclusivamente la consonante R, la cual es la letra que hemos designado un poquito antes como sustituta del número 0.
Memoriza ahora estas primeras diez casillas que acabamos de ver. Son muy fáciles.
Te recuerdo que solo debes escoger una palabra por cada casilla, aquella que te guste más o que te sea más sugerente, pero las palabras que definitivamente elijas deberán ser siempre las mismas para cada casilla.
Recuerda igualmente que, si no te gusta ninguno de los objetos que te he mostrado, puedes buscar tú otro, pero debe obedecer igualmente a las leyes de creación (número/consonante) que te he propuesto (o a aquellas que tú mismo diseñes).
A continuación vamos a proceder a ampliar nuestro casillero con otras 10 nuevas casillas:
11 Teta, dado, tata (abuela).
12 Tuna, duna, tina (bañera).
13 Dama, timo, átomo (simulados, como los que hay en los laboratorios, hechos de bolas y de alambres).
14 Taco (aquí yo visualizo un taco de madera de una mesa de billar), ataque.
15 Tela, tala (de árboles).
16 Taza, tos.
17 Tufo (puedes visualizar alguna cosa que te lo sugiera), Taifa (se llama así a una banda de ladrones).
18 Teja, toga, daga.
19 Tapa, tubo tuba (un instrumento musical).
20 Noria, honra.
CASILLERO MENTAL COMPLETO
A continuación te reproduzco en su totalidad, con las aclaraciones precisas, el resto del casillero mental básico que debes dominar a la perfección.
La casilla «0», que es ARO, normalmente no la vamos a usar. La dejaremos en reserva como una casilla de apoyo.
Deben quedarte perfectamente claras cada una de tus casillas. Elige una opción, y solo una, de entre las propuestas, o bien, y como ya te dije anteriormente, también puedes inventártela tú según las normas que hemos establecido o según las que tú establezcas definitivamente.
Recuerda que es mucho mejor elegir objetos que puedan visualizarse perfectamente o que te sugieran algo claro y nítido. Evita elegir objetos similares para casillas distintas que, por su parentesco, puedan dar lugar a confusión. Por ejemplo, «copa» y «vaso» se parecen demasiado como para usar ambas en las casillas 49 y 96, respectivamente. También podrás usar los nombres de algunas ciudades o pueblos, lugares turísticos.
Para tu mayor comodidad te expongo seguidamente todo el casillero mental, las cien casillas, con algunas de sus posibles alternativas para elegir:
0 aro
1 Té, tea, hada.
2 Ñu, Noé, huno, heno.
3 Humo, moho, ama.
4 Oca, K. O.
5 Ola, ala, hilo.
6 Oso, asa, hueso.
7 Ufo, feo.
8 Hacha, hucha, ajo.
9 Ave, buho, vaho.
10 Toro, atar, T.I.R.
11 Dado, teta, , tata.
12 Tuna, duna, tina.
13 Dama, timo.
14 Taco, ataque.
15 Tela, tala.
16 Taza, tos.
17 Tufo, Taifa.
18 Teja, toga, daga. DJ (disc jockey)
19 Tapa, tubo tuba, TV (televisión)
20 Noria, honra.
21 Nido, nata, nota.
22 Niño, nana.
23 Nemo (el capitán de la ciudad sumergida), ánima, nomo.
24 Anca (visualizar una rana), nuca, inca
25 Nilo (lo veo entre las pirámides), nulo.
26 Anís (puedes visualizarlo como un licor o como anisetes de colores en una botellita de plástico transparente), Niza.
27 Nife (se llama así al centro de la Tierra por su alto contenido en níquel y en hierro. Visualizad la lava de un volcán).
28 Noche, Nicho, ancho.
29 Nube, nabo, naipe
30 Mar, MIR (estación espacial).
31 Moto, mata, meta.
32 Mono (visualizad a King-Kong), mina.
33 Mimo (los payasos que solo hacen mímicas, señas) Momia, memo, mamá (no «mama» si ya tienes «teta» en la casilla 11).
34 Hamaca, moco (quizá te sugiera un caracol o un resfriado nasa!).
35 Muía, miel.
36 Mesa, mazo.
37 Mafia (ved al típico gánster con su traje de rayas y con el clavel en la solapa).
38 Mecha (podemos ver una bomba negra con su mecha), macho (cabrío)
39 Mopa, mapa, ameba (es un bichito de tamaño microscópico; vedla como un monstruo gigante y gelatinoso).
40 Coro, car (carrera de minicars).
41 Cohete, cata (de vino), coto.
42 Cuna, cuña, cono.
43 Cama.
44 Coco, coque (carbón).
45 Cola, culo, celo (cinta adhesiva).
46 Casa, queso.
47 Café, cofia.
48 Coche, caja.
49 Cubo, cepo, capa, copa.
50 Loro, lira.
51 Lata, lote, luto.
52 León, Luna, lana, lino.
53 Lima, loma, alma.
54 Loco, laca.
55 Lulú (ved un perrito blanco), lila, lelo,
56 Lazo, losa, liso.
57 Alfa (ved a esta letra griega parecida a un pez devorándolo todo, como si fuese una voraz piraña).
58 Lucha (libre, de judo, etc.), lago.
59 Lobo, lapa.
60 Sor (monja).
61 Seta, sota, asta.
62 Sena (vedlo pasando bajo la torre Eiffel; o ved solamente a esta).
63 Sima (gruta con estalagmitas y estalactitas), asma.
64 Saco (de patatas, de cemento...).
65 Sol, sai.
66 Seso (cerebro), sosa (cáustica).
67 Sofá.
68 Sacho (rastrillo), soja.
69 Sepia, sebo (también nos vale «sapo» si no tenemos «anca» en la 24).
70 Faro (de mar, no de coche), foro, furia.
71 Foto (lo mejor es ver una máquina de hacer fotos), feto.
72 Faena (cualquier faena del hogar que prefieras).
73 Fama (puedes pensar en alguien famoso que te guste).
74 Foca.
75 Falo, fila, filo (por ejemplo un cuchillo o navaja muy afilados).
76 Foso (¡con cocodrilos!), fosa.
77 Fofo (el famoso payaso), fofo (algo blandito).
78 Ficha, faja.
79 Efebo (puedes ver a un ángel querubín tocando la lira), fobia.
80 Hachero (un indio arquero con flechas, si tienes «hacha» en la 8).
81 Chita (la mona de Tarzán. Por eso la 32 es King-Kong. Diferenciemos), chato.
82 China (la famosa Muralla), chino.
83 Chama (ver un mercadillo), Gema
84 Chico, chica (¿qué te es más sugerente?), jaca.
85 Chai, chulo, jaleo.
86 Chas (ver un látigo), chis (silencio).
87 Chufa (horchata), jefe.
88 Chucho (particularmente veo a mi perrita Kamy).
89 Chivo, chapa, chip.
90 Bar, vara.
91 Bota (de vestir), bata.
92 Vino (una bota de vino o una garrafa de lo mismo), viña, pana.
93 BUM (una explosión).
94 Vaca.
95 Vela, bola.
96 Vaso.
97 Bofia (la policía en el argot de la mafia).
98 Bache, bajo, vago.
99 Bebé, papá, pavo.
100 Torero, tarro.
AMPLIACIÓN DEL CASILLERO MENTAL
Podría sucedemos en el futuro que nuestro casillero mental se nos pudiese quedar algo pequeño. Por ejemplo, si queremos memorizar los 169 artículos de la Constitución española, veremos que nos faltan 69 casillas para los artículos cuyo número sea mayor de 100.
Sin embargo, podremos ampliarlo fácilmente según lo vayamos necesitando. Para ello, vamos a conocer dos maneras posibles de hacerlo:
1.a Del mismo modo que hemos visto hasta ahora; con arreglo a las normas que hemos fijado respecto a la construcción de nuestro casillero mental de 100 casillas.
Por ejemplo, para la casilla 101 necesitamos:
[t ó d] y [r] y [t ó d]
Podemos observar que la palabra «tarta» se ajusta al modelo anterior y, por tanto, nos es válida para esa casilla. También nos valdría «dardo».
Para la casilla 102 podríamos tener «trueno». «Tarima» para la número 103, y así sucesivamente.
Como este sistema de ampliación requiere más trabajo y dedicación de tiempo (por contra, también será el más directo y eficaz), te recomiendo que, si te decides finalmente a usarlo, vayas ampliando tu casillero básico de 100 casillas solamente a medida que necesites hacerlo
1.a Del mismo modo que hemos visto hasta ahora; con arreglo a las normas que hemos fijado respecto a la construcción de nuestro casillero mental de 100 casillas
Mediante situaciones comodines, las cuales nos permitirán multiplicarlo (más que ampliarlo), es decir, cada situación comodín nos dará 100 nuevas casillas.
Con este sistema, el casillero tomará rápidamente una enorme dimensión, aunque todo se paga, lógicamente. En este caso, cualquier asociación inverosímil que hagamos será triple, ya que, por un lado, tendremos la casilla básica (del 1 al 100), por otro, aquello que vayamos a introducir en dicha casilla y, finalmente, la situación comodín, la cual nos indicará en qué centena nos encontramos.
Por ejemplo, supongamos que queremos memorizar el artículo 149 de la Constitución española. Vamos a suponer también que tu casilla 49 es cubo, y que tu primera situación comodín (el escenario o lugar donde se desarrollan las asociaciones inverosímiles) sea una piscina olímpica.
El mencionado artículo trata sobre:
«Las competencias exclusivas del Estado»
Para memorizar un artículo, lo primero que tenemos que hacer es leerlo y comprenderlo, para lo cual hay que intentar razonarlo.
Observa que no es difícil deducir que el desarrollo de este artículo hará referencia a aquellas materias que solamente dependan del Estado, no de sus comunidades autónomas ni de sus municipios, es decir, hace referencia exclusivamente al Gobierno de la nación. Una vez lo hemos leído y comprobamos que, efectivamente, trata acerca de lo que acabo de exponer, gracias a nuestro razonamiento no tendremos ningún problema en conocer de qué trata su idea general.
Quizá tengamos que leerlo un par de veces y hacer alguna asociación inverosímil en él si este se descompusiese en puntos o en partes distintas, en cuyo caso formaríamos una pequeña cadena (como ya sabes hacer) para memorizarlas. Lo mismo haríamos con cualquier otro dato puro que tuviese. Una vez finalizado lo anterior, nuestra única dificultad, y lo que es realmente dificilísimo (por no decir casi imposible) para cualquier estudiante, estribaría en memorizar, y luego recordar, que es precisamente el artículo 149 el que trata de dichas competencias, y no es, por ejemplo, el artículo 125.
Para ello, tendremos que realizar una asociación triple, enlazando los siguientes factores:
— «Cubo», que nos indicaría que se trata del artículo número 49, o bien, que acaba en 49 si perteneciese a alguna centena superior, como la 149.
— «Competencias exclusivas del Estado». En este caso tendríamos que visualizar algo que nos sugiera esa frase. Yo visualizo al presidente del Gobierno de mi país, el cual quiere poseer algo para sí, y solamente para él.
— «Piscina olímpica», donde se desarrollará la acción inverosímil propiamente dicha.
Finalmente, solo nos restaría unir todo lo anterior de manera extraordinaria, y ¡pasar un buen rato! Podríamos visualizar, por ejemplo, la siguiente escena:
Visualizo al mencionado presidente con un cubo en la mano, empeñado en vaciar con él una enorme piscina olímpica repleta de agua. Cada vez que alguien se le acerca, él abraza y protege su cubo en actitud posesiva, pues no quiere que nadie le ayude o se lo quite. Quiere vaciar la piscina exclusivamente él solo.
También podrías visualizarlo en unión de sus ministros más importantes (su gabinete de Estado), portando un cubo cada uno y vaciando la piscina entre todos ellos.
Como puedes ver, no solo no es difícil estudiar así, sino que además es agradable y de una eficacia terrible. Cuando pienses en el artículo 149, te vendrá a la cabeza un cubo y una piscina olímpica. Enseguida verás que ese cubo sirve para vaciarla, y ¿quién mejor para ello que tu presidente (o su gabinete de ministros)?, el cual estará al pie del cañón, trabajando en actitud posesiva.
De igual modo, si te preguntasen en un examen acerca de las «competencias exclusivas del Estado», verías al presidente en su actitud anterior. Observa que, en este segundo caso, sería un poquito más difícil encontrar el número del artículo, y eso es porque partimos del desarrollo de la acción inverosímil, no del casillero. En este caso, dicho desarrollo sería el foco de salida de la asociación, y el número del artículo (la casilla), el de llegada.
¿Recuerdas la teoría que explicábamos sobre los focos de los datos puros? Cuando se use el casillero mental, el orden de la asociación te hará más sencillo recordarla si primero visualizas la casilla en sí (foco de salida) y en último lugar el objeto que situemos en ella (foco de llegada). Por este motivo, te será más fácil acordarte de la asociación completa si te piden que desarrolles el número de un artículo, pues yendo inmediatamente al casillero, pensarás enseguida, y en este ejemplo en concreto, en el cubo y en la piscina.
2) USO DE COMODINES
En cualquier caso, ante la anterior pregunta de examen acerca de las «competencias exclusivas del Estado», resultará muy «molón» si empiezas diciendo:
«Contenidas en el artículo 149 de la Constitución...»
Otras situaciones comodines
De igual modo, podrás crear todas aquellas situaciones comodines que desees, aunque mi consejo es que lo vayas haciendo a medida que las vayas necesitando, pero una vez que las crees y te funcionen correctamente ya no deberías cambiarlas. En cualquier caso, lo preferente
ahora es que domines tu casillero básico de 100 casillas lo más nítidamente posible.
— Para las casillas 101-200 (inclusives), una piscina olímpica.
— Para las casillas 201-300 (inclusives), en el espacio exterior.
— Para las casillas 301-400 (inclusives), ardiendo en el infierno.
— Para las casillas 401-500 (inclusives), en tu casa.
— Para las casillas 501-600 (inclusives), en un planeta muy denso.
— Para las casillas 601-700 (inclusives), en el desierto.
— Para las casillas 701-800 (inclusives), en el Polo Norte.
— Etcétera.
Puedes ver estas situaciones o las que tú desees. Como verás, EL ÚNICO LÍMITE ES LA IMAGINACIÓN***.
Hay otros tipos de casilleros: los multiplicativos, los cuales te exigirían tener uno básico de al menos 200 casillas, y se trata de ir multiplicando ambas centenas para obtener un casillero final de 10.000 casillas. No los vamos a ver en este curso, porque requieren más preparación por parte del alumno, y prefiero que tu dedicación se base, de momento, en el dominio de todas las técnicas que ya contiene.
Solo a título de curiosidad:
Fíjate que, si combinas un casillero multiplicativo de 10.000 casillas con otro de 10 situaciones comodines, tendrás como resultado final un macrocasillero de ¡ 100.000 casillas!, como para asustar a cualquiera. Eso sí, todas sus asociaciones serán ¡cuádruples!
También, a título de curiosidad, te diré que personalmente manejo varias docenas de casilleros mentales de todos los tipos: básicos, multiplicativos, auxiliares, arbolados, etc. En el mayor de ellos tengo la friolera cifra de 1.000.000 de casillas, pero nunca lo he llenado (ni mucho menos). No obstante, lo tengo ¡por si acaso!
http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20080803213645AAFRS8L
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