El libro “Cinco Lenguajes de Amor” (originalmente escrito en inglés: "Five Languages of Love"), uno de los libros más vendidos del New York Times, del cual comenté en: http://engelex.blogspot.com/2013/06/5-lenguajes-de-amor.html
Una pareja en donde ella le reclamaba a él continuamente un problema que se había dado mucho tiempo atrás. El le repetía que lo lamentaba mucho y que le irritaba que ella aunque supuestamente le había perdonado todavía tenía ese resentimiento.
Pero después de leer este libro, entiendo que las disculpas sinceras no siempre son recibidas o interpretadas correctamente porque cada persona tiene diferentes formas en que asimila o acepta una disculpa, diferente forma en que valorará más una solicitud de perdón. Me doy cuenta que en el caso anterior, él no entendía el “lenguaje de disculpa” de ella, por lo cual ella no estaba satisfecha con sus disculpas.
Es bueno hacerse un sencillo test, en formato de hoja excel:
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El arte de disculparse se aprende en la niñez, en familias sanas. Muy lamentablemente no todos hemos sido criados en familias “sanas” donde los padres enseñan a los hijos a disculparse. Muchos crecen en familias donde herirse, enojarse y vivir amargados es su manera de vivir y lo que es peor: NADIE se disculpa jamás ni reconocen sus errores.
Recuerdo una persona que conocí en mi vecindad años atrás. Parecía irritarle las disculpas y también notaba que casi nunca se disculpaba. Se quejaba de soledad. Entonces noté porqué sus amistades parecían alejarse: inevitablemente surgen conflictos en una amistad, pero en el caso de esta persona, su actitud parecía ser “¡Bah! ¡Ya se le pasará!” y no era frecuente que se disculpara pensando así. Hay personas que piensan: “Con las disculpas no llegarás a ningún lado. Haz lo mejor que puedas y nunca mirés atrás”.
El problema es que cuando ofendemos a una persona en su percepción que ella tiene de lo correcto, hemos violado su confianza. El acto injusto a la vista de ella llega a ser una barrera entre los dos, la relación se daña. Aunque quieran ambos, NO PUEDEN VIVIR COMO SI NADA MALO HUBIERA PASADO, no podemos decir “¡Ya lo olvidará!”. Hay algo dentro del ofendido que clama por justicia.
En cuanto a la persona que comenté, sentí entonces lástima, la comprendí mejor, pues recordé que había tenido una infacia difícil: sus padres fallecieron siendo muy pequeño, no los conoció en realidad y se había criado con otros familiares. Sufrió muchos atropellos a sus emociones en su niñez, y claro, nadie le pidió disculpas, todos seguían tratándolo y esperando que él continuara adelante como si nada había pasado. Ese patrón de comportamiento continuó y se reflejaba ahora como persona adulta. Casos así se dan muchos en todos lados.
Lo bueno es que el arte de disculparse puede aprenderse!!! Y las personas aprecian una disculpa sincera, es más: anhelan eso, pues el deseo de reconciliación es más potente que el deseo de justicia.
Comentarios breves sobre cada Lenguaje de Disculpa:
Lenguaje # 1: Expresar Arrepentimiento (“Lo siento”)
Es bueno preguntarse: ¿Corrijo los problemas pero sin asumir mi responsabilidad o sin expresar arrepentimiento? Hay personas que lo que esperan es que quienes se disculpan digan “lo siento” e inmediatamente procedan a ser ESPECÍFICOS y digan PORQUÉ LO SIENTEN, concentrándose en lo que hizo y en cómo eso afectó a la otra persona. Esos detalles revelan que usted entiende perfectamente (con empatía) la situación y se da cuenta de cuánto ha molestado a su amigo o amiga. A veces es buena idea enviar una carta escrita, pues hay la posibilidad de leerla vez tras vez y permite aclarar sus pensamientos mientras la escribe.
Ejemplo: “Ahora sé que te he herido muy profundamente. Esto me causa un dolor inmenso. Estoy verdaderamente triste porque te hice sentir mal”.
Lenguaje # 2: Aceptar la Responsabilidad (“Me equivoqué”)
Lamentablemente muchas personas piensan que reconocer que uno se equivocó es un acto de debilidad. Así que siempre buscan echar la culpa a otros factores y / o personas, o nunca reconocer que la acción es “mala”. Pero esa actitud de no asumir la responsabilidad por el mal cometido es percibida por otros: no sería apropiado hechar la culpa a otra persona por lo que pasó pues esto restaría fuerza a sus disculpas, se pasa de la disculpa al ataque.
Uno debe razonar consigo mismo en que ESTAMOS DE ACUERDO en que uno tiene derecho a sentirse mal, herido, enojado y decepcionado debido a una situación. Pero uno NO DEBE ESTAR DE ACUERDO en que debido a los sentimientos propios uno tenga el derecho de herir a otro con palabras o comportamiento.
Una persona sabia está dispuesta a aceptar la responsabilidad de sus errores. Todos nos equivocamos: pero el único error que te puede destruir es aquel que no estás dispuesto a admitir.
Ejemplo: “Ahora me doy cuenta que lo que hice estuvo mal, fue un terrible error. Quisiera excusarme, pero no hay excusa. Reconozco que sencillamente me porté de forma egoísta.”
Lenguaje # 3: Restituir (“¿Qué puedo hacer para arreglarlo?”)
Igualar es compensar la pérdida que ha experiemtado la otra persona. Ofrecer restitución es nivelar la balanza de la justicia. Toda herida u ofensa hace que la persona herida pierda algo: quizá su autoestima, o un beneficio. Ofrecer compensar la pérdida es un acto de bondad por parte del transgresor.
Al ser heridos, necesitamos tener la certeza de que la persona que nos lastimó todavía nos ama, pues la base de toda verdadera amistad es el amor. Las palabras o acciones duras ponen en duda el amor de esa persona. Por tanto la importancia de “compensar”: la restitución o compensación debería hacerse usando el “lenguaje de amor” que la persona usa.
Ejemplo: “Eres muy importante para mí: ¿Hay algo que pueda hacer para compensar lo que he hecho, lo cual te ha herido?
Nota: Es gracioso, pero una prima expresó esto respecto a éste lenguaje de disculpa: "Es serio que cada vez que haya que pedir perdón a una persona así tenga uno que llevarle un regalo"
Bueno, hay algo interesante en este lenguaje de disculpa y es que al hacer el ofrecimiento que se hace de compensar a la persona herida, no necesariamente ésta persona (la que hemos dañado) nos dirá que sí hay algo que debe hacerse. Pero lo que la persona sí desea es el ofrecimiento de compensación. Para poner un ejemplo:
No sé como sea en otros países, pero en el mío, cuando estás en un lugar desconocido, esperas transporte y nunca pasa... pues algún alma generosa te ofrece "jalón", se ofrece llevarte en su vehículo. Aceptas encantado, y cuando te vas a bajar por supuesto agradeces pero también preguntamos: "¿Cuánto le debo?" y la respuesta usual del que te dió "ride" es: "No se preocupe, no es nada". Pero si uno baja, sólo da gracias y se va, pues podría considerarse poco educado. La diferencia la marca este pequeño detalle: "¿Cuánto le debo?", es decir ¿tengo que compensarte en algo?
La persona cuyo lenguaje de disculpa es la restitución, ciertamente es un lenguaje en apariencia bastante exigente, pero en muchos casos lo único que anhela es el ofrecimiento de reparar daños, y cuando se hace ese ofrecimiento, es posible que la persona también se ablande y diga: "Vamos! no es para tanto, dejemos las cosas asi!"
Por supuesto, habrán otras ocasiones en qué sí se requiere una restitución o reparación de daños con o sin el consentimiento de la persona herida, sin necesidad de preguntarle antes.
Lengua #4: Arrepentirse genuinamente (“Intentaré no volver a hacerlo”)
Esta es una parte difícil pues implica el compromiso a cambiar, y muchas veces solo se expresa pesar por lo malo que se ha hecho, pero la acciones hirientes se repiten ¿De qué sirve pedir disculpas si el comportamiento malo continúa vez tras vez?
Se debe hacer un plan concreto para cambiar. También la persona herida puede ayudar al ofensor para hacer planes específicos al respecto (no es necesario que sean complicados).
Escribir sus metas o propósitos de cambio en una tarjeta y colocar ésta en un lugar visible todos los días, puede ser ayuda para recordarle constantemente los propósitos que quiere alcanzar.
Es importante hacer saber de forma verbal y audible a la persona herida las intenciones de cambio. Si sólo expresamos la intención de disculparnos y lamentarnos por el mal, pero no expresamos las intenciones de cambio, la otra persona dudará de nuestra sinceridad. Es cierto que pueden haber recaídas pero eso no debe desanimar. Es importante reconocer con prontitud nuestro fracaso pero no quedarnos ahí: hay que levantarse y seguir luchando. Reconocer una ofensa, y confesar ante Dios y a otra persona de confianza, requiere humildad y sinceridad, pero da la oportunidad de comenzar de nuevo.
Debemos evitar la trampa del perfeccionismo…
Ejemplos:
Sé que mi comportamiento te ha herido. No quiero volver a hacerlo jamás. ¿Puedes darme ideas de cómo cambiar mi comportamiento?
¿Cómo podría decir eso de forma diferente para que no te hiera?
Lenguaje # 5: Solicitar Perdón (“Me perdonas por favor”?)
Pedir, solicitar perdón, indica a la otra persona que usted desea que la relación se restablezca plenamente. Además le demuestra a la otra persona que usted reconoce que ha hecho algo malo.
Al pedir perdón, la respuesta está en la otra persona: perdonar o no perdonar. Esto quita el control de sus manos y para algunas personas esto es muy difícil. Pero al hacer esta solicitud usted está dispuestoa poner el futuro de la relación en manos de la persona ofendida.
Decir o hacer algo que ofende a otro es una debilidad de todos. Reconocer que lo que hice estuvo mal no me convierte en un fracasado. Mas bien ayudará a sanar mi relación.
Al solicitar perdón, hay que ser razonable: quizá la persona no conceda ese perdón inmediatamente y hay que concederle tiempo para procesar todo.
Es posible que la persona necesite perdonar consecuencias que son duraderas, renunciar a la búsqueda de justicia y también se le hará dificil perdonar si la ofensa es de gran magnitud o se ha repetido varias veces.
Recordemos que ella está herida, y una herida lleva tiempo sanar. Cuando voy a la parte ofendida y digo “¿me perdonas, por favor?”, soy yo el que está “inclinándose ante su trono”, pidiendo ser perdonado por mi ofensa. Sé que si me concede mi pedido seré el beneficiario de su misericordia, amor y gracia. Cuando la persona acepta su disculpa y deja de exigir justicia es muestra de su interés en la relación y es un regalo… y un regalo si se exige entonces deja de ser un regalo: solicite el perdón pero no lo exija.
Ejemplo: Sé que te lastimé duramente. Tienes todo el derecho de no volver a hablarme y lamento muchísimo lo que hice. Espero que estés dispuesto a perdonarme.
DESCUBRIENDO SU LENGUAJE DE DISCULPA O EL DE OTRAS PERSONAS:
Para saber el lenguaje principal de disculpa de alguien sirven tres preguntas:
1. ¿Qué espero que la persona haga o diga?
2. ¿Qué es lo que duele más profundamente de esta situación?
3. Cuando YO me disculpo ¿cuál es el lenguaje más importante que más frecuentemente uso?
Hay quienes dicen que no necesitan disculparse pues aunque sí hicieron algo incorrecto, no lo hicieron con mala voluntad y que la otra persona tiene que entender eso.
Bueno, en realidad sí es necesario disculparse de todos modos. La ilustración que usa Gary Chapman para demostrar esto me pareció muy buena, él le dijo a una persona lo siguiente:
- Si usted chocara accidentalmente con una persona en la oficina quien lleva una taza de café, haciendo que el café se derrame sobre la ropa de la persona y en el piso… ¿qué le diría?
La persona responde:
- Bueno, diría: “¡Lo lamento mucho! Debí haberme fijado dónde estaba caminando. Déjame ayudarte a limpiar lo que se derramó”… y probablemente le ofrecería llevar a limpiar la camisa
- Así que, aún cuando fue SIN intención ¿notas que asumes la responsabilidad por tus acciones reconociendo el daño y buscando restituirle?
El café que se derramó es una ilustración de algo que dijimos o hicimos sin mala voluntad, pero que de todas formas “manchó la camisa”… causó daño a otra persona.
La persona que se niega a reconocer la necesidad de una disculpa tendrá una vida llena de relaciones rotas.
¿DEMASIADAS DISCULPAS?
En la parte final del capítulo 8 se trata de los casos extremos: personas QUE SE DISCULPAN DEMASIADO.
Cuando alguien se disculpa demasiado, puede ser por diversas razones:
a. Quizá sienta más facil disculparse constantemente que hacer un cambio profundo.
b. También puede ser muestra de baja autoestima. Estas personas se culpan constantemente por las cosas que suceden.
c. Otros quieren terminar lo más pronto con un problema, sin discutirlo, quieren arreglar las cosas rápidamente. No quieren perder tiempo discutiendo, así que asumen responsabilidades de lo que sucede, aunque no sea así. Les desagrada las confrontaciones. Desean paz a cualquier precio. La calma emocional es más importante que tener la razón. El problema es que esas disculpas no son sinceras. Lo peor es el resultado de esta actitud es que en apariencia todo está tranquilo, pero debajo se acumulan rencores, que podrán provocar en un futuro una explosión emocional.
Es de valor hablar con alguien de confianza y recibir ayuda. La paz a cualquier precio no es el camino que lleva a las relaciones auténticas.
ACEPTANDO LA DISCULPAS DE LOS DEMÁS (PERDONAR):
Lo bueno de saber todo esto de los lenguajes de disculpa es que ayuda a disipar cualquier duda en cuanto a la sinceridad de alguien. Uno se da cuenta que quizá no use el “lenguaje” que uno preferiría, pero si está usando otro “lenguaje” diferente y de verdad se está disculpando. Nos damos cuenta que para que la otra persona sienta que realmente nos disculpamos, es bueno “traducir” nuestra forma de disculparnos al lenguaje de disculpa de la otra persona.
También permite discernir si alguien está realmente arrepentido. No podemos ser demasiado indulgentes con las fallas ajenas. Por ejemplo si alguien comete adulterio y se le perdona pero continúa en su mal proceder y uno sigue “perdonándolo”, eso no esta realmente bien. Hacer que alguien rinda cuentas por su comportamiento negativo es un acto de amor.
La actitud debería ser: “Te amo demasiado como para tomar esto a la ligera. NO CONTINUARÉ con esta relación a menos que podamos acordar recibir consejería exhaustiva. Nuestra relación es demasiado importante para mí como para tratar esto como una ofensa ligera”.
*** En fallas morales importantes debemos tratar con la causa del comportamiento si esperamos que haya un cambio genuino a largo plazo.
Otra aclaración importante es que cuando hacemos o decimos algo perjudicial hacia otra persona, las consecuencias de esas acciones y palabras nunca se quitan totalmente, AÚN CON EL PERDÓN GENUINO.
Tampoco quita las emociones dolorosas. El perdón que otra persona nos conceda no quita EL RECUERDO del suceso, pues queda registrado en el cerebro. Pero si la persona es sincera al perdonar, ella debería hacer un esfuerzo conciente de controlar sus sentimentos y pensamientos. Debería centrarse en el futuro y no permitir la obsesión por los errores del pasado, que ahora están perdonados.
Ejemplo: “Me duele mucho lo que dijiste (o hiciste). Creo que te das cuenta de esto, Aprecio tu disculpa y como creo que eres sincero, quiero que sepas que te perdono”.
En el capítulo 10 se trata de cómo afecta positivamente el arte de disculparse en diferentes circunstancias de nuestra vida.
LOS PADRES DEBEN ENSEÑAR A LOS NIÑOS A DISCULPARSE (Y PONER EL EJEMPLO!)El capítulo 11 es muy, muy interesante pues se enfoca en cómo enseñar a los niños a disculparse. La importancia de poner reglas en el hogar y hacer que se respeten. Es importante que los niños vean que hay consecuencias desagradables cuando se hace algo malo, ya que vivimos en un mundo donde cada vez más las consecuencias de hacer lo malo son demoradas por ridículos y largos procesos judiciales. Lo peor es que muchas veces las consecuencias de graves faltas cometidas, esas consecuencias son mínimas, suaves. Esto ha contribuido al incremento de la violencia que se ve en todos lados. Recuerdo la noticia reciente de un periódico que informaba de la captura de unos jóvenes pandilleros que habían asesinado a otras personas. Uno de esos jóvenes dijo, no en broma, sino muy seriamente:
- ¡Pero si no he hecho nada! ¡sólo he matado a 10 personas!
Este joven tenía varios ingresos a la cárcel, pero con la misma facilidad que entraba, lo dejaban libre. La ausencia de penas severas, incluso la pena de muerte, hace que se abarate el valor y el respeto a la vida de otras personas.
Tanto las reglas como las consecuencias de desobedecer dichas reglas en el hogar, deben ser discutidas y dejadas en claro a los niños ANTES, NO DESPUÉS de violar una regla. La ventaja de hacerlo así es que el hijo YA SABE DE ANTEMANO las consecuencias, de modo que lo piensa dos veces antes de quebrar la regla, si es que decide quebrantarla.
La disciplina que se le aplique al niño debe ser dada con las emociones bajo control, nunca con gritos. El niño debe darse cuenta de que los padres también se lamentan de lo que sucede pero que es necesaria la corrección.
Los niños deben aprender a disculparse, es difícil, pero es parte del crecimiento y una parte importante de la amistad. Disculparse es una de las lecciones más importantes sobre las relaciones humanas.
Así como, por medio de repetición, les enseñamos a los niños a decir “gracias” y “por favor”, también es por medio de la repetición y perseverancia que debemos enseñar a dominar los cinco lenguajes de disculpa en la vida.
EN LAS RELACIONES ROMÁNTICAS:El capítulo 12 trata sobre las disculpas en las relaciones románticas: La mayoría de personas no cambia radicalmente sus patrones de comportamiento cuando se casan. Continúan básicamente igual. Si se disculparon sinceramente en el noviazgo, lo harán después de casarse. Si no lo hicieron, no espere una disculpa después de casarse. Ciertamente el tiempo del noviazgo es período crucial para ver si la persona es alguien que reconoce sus errores y está dispuesta a disculparse… es el tiempo para ver si esta persona conviene a uno realmente.
EN LAS EMPRESAS:El capítulo 13 trata sobre cómo toda esta información de los 5 lenguajes de disculpa es de gran ayuda en las empresas. Tanto en el trato entre compañeros de trabajo, como al relacionarse con los clientes.
Las disculpas no tienen que ver con el dinero, o con tener razón o no, ni para el comprador ni para el vendedor. Tienen que ver con un proveedor que muestra respeto, identificación y un compromiso con la satisfacción del cliente. También tiene que ver con la gracia de las personas que reciben la disculpa para ver al proveedor como humano, falible y digno de perdón.
Disculparse es un buen negocio… los empleados viven con menos estrés y desarrollan más productividad.
Si hay un error o falta en el producto o servicio prestado a un cliente, una disculpa sincera (tratando de usar los lenguajes de disculpa, en particular buscando el lenguaje del cliente) pueden hacer una gran diferencia, incluso que el cliente sea más flexible y razonable.
PERDONARSE A SÍ MISMO:El capítulo 14 trata sobre la disculpa con uno mismo: las personas que comenten graves errores y no se perdonan jamás sus propias faltas.
“Quiero una disculpa que salga del corazón. Que él verdaderamente esté triste por haberme causado dolor. En otras palabras: Quiero que se sienta mal por haberme hecho sentir mal” – Vicky, de 26 años (cita de el libro Cinco Lenguajes de Disculpa).
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http://engelex.blogspot.com/2014/09/los-4-temperamentos.html
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